miércoles, 22 de febrero de 2012

DOCENTE: SE NACE O SE HACE


 La construcción de la profesión: docente se nace o se hace?

Mucho se ha discutido acerca de la profesionalidad de los docentes, persistiendo aún una pregunta no laudada: “’Qué significa ser un profesional?”.

Hoyle enumera una serie de rasgos que distinguen a una profesión: función social, destrezas, cuerpo de conocimientos, prolongado período de enseñanza superior, código ético, libertad para juzgar y decidir, organización, alto prestigio social. Cabría entonces preguntarse además si Constituye la docencia una profesión? Y si es así, cómo se construye?.

Fullan y Hargreaves (1996) hablan del profesionalismo interactivo, aludiendo a la redefinición y resignificación que de la profesión docente debe hacerse. Esta reinvención presupone re-definir el rol de los docentes y las condiciones en que éstos trabajan, comprendiendo:

• El juicio autorizado como la esencia del profesionalismo
• Las culturas de trabajo en equipo
• Las normas de mejora sostenida donde las nuevas ideas se buscan dentro y fuera del escenario propio
• La reflexión en y sobre la práctica en la que se respeta el desarrollo personal e individual junto con la evaluación y desarrollo colectivos
• Una mayor destreza, eficacia y satisfacción en la profesión docente

Sin embargo, diversas críticas se levantan. Algunos autores incluso hablan del eufemismo de la profesionalización aludiendo a la transición de los docentes como intelectuales a expertos como consecuencia de la influencia del gerenciamiento en la educación. (Oto, 2003).

Aparece también como una necesidad de los docentes, el incrementar la autonomía profesional para alcanzar niveles superiores de desarrollo. El empoderamiento se torna en este sentido insoslayable, en dos de sus vertientes: i) la política y ii) la epistemológica. En su sentido político, el empoderamiento juega un papel central en el desarrollo de las instituciones educativas, mientras que en la dimensión epistemológica, trataría de potenciar a que los profesores sean sujetos reflexivos.

El ser docente, supone también un análisis en clave histórica. Si bien las crisis educativas son una constante en la historia de la humanidad, no así el concepto de educando. Cabría preguntarse qué estudiantes estamos educando para el siglo XXI:
o Qué ciudadanos queremos formar?
o Qué ciudadanos estamos realmente formando?
o Qué ciudadanos somos los docentes?
o Cómo ejercemos nuestra ciudadanía?

Volvamos a nuestras aulas y problematicemos nuestro  quehacer para lograr hacer metareflexión acerca de nuestra  práctica docente, y reafirmar nuestro compromiso de haber nacido y forjado el ser docente.

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