ENLACE: y tras la lluvia, ¿qué sigue?
Opinión | David Calderón
Opinión | David Calderón
Reforma
Terminó la aplicación de ENLACE, para casi 16
millones de alumnos de Educación Básica. A la prueba le llovió, y no
sólo en Quintana Roo.
Hay críticas pedagógicas válidas. El desempeño de un
alumno concreto en dos horas es una foto instantánea, un indicio para
valorar el trabajo de todo el ciclo escolar. Darle un lugar
desproporcionado empobrece la gama de aprendizajes. Se hace un uso
espurio en las escuelas privadas para atraer clientes, y en las escuelas
públicas para hacer premiaciones, sin analizar ni reforzar las
prácticas en el aula que puedan propiciar los buenos resultados. Se
concentra la atención en los puntajes actuales, y no en los avances y
qué los explica. Se destaca que un alumno respondió muchos reactivos en
forma correcta, pero no se subraya la hazaña de haber pasado a buena
parte del grupo más allá del nivel "insuficiente". Es contraproducente
preparar a los alumnos para ENLACE, en lugar de usar ENLACE para
preparar a los alumnos.
El segundo bloque de críticas tiene también
fundamento. La intención original de ENLACE era tener un histórico de
trayectorias, alumno por alumno, para atender mejor sus necesidades y
requerimientos; hacer una rendición de cuentas a los padres y la
comunidad; reajustar los elementos -desde la formación docente hasta la
distribución del gasto, pasando por la revisión del currículo, el ajuste
de los materiales educativos, las prácticas cotidianas en el aula. Pero
no hay un método adecuado para que los maestros reciban los resultados
de su grupo actual, no del anterior, y con ello planeen sus estrategias
del año. Los padres de familia no saben aprovecharlo: en la encuesta
reciente de IFIE sólo 3 de cada 10 afirman conocer los resultados de sus
hijos. Tampoco hay un uso consistente y enfocado de los resultados de
ENLACE para reformular las otras piezas de política pública, ni a nivel
federal ni en cada estado, salvo raras excepciones. Del diagnóstico no
se sigue el tratamiento; después de pasar por la báscula, no hay dieta
ni ejercicios.
El fenómeno más lamentable es la venta y la copia. La
mayoría de los cuadernillos de preguntas que se venden son "hechizos",
recopilaciones de reactivos de pruebas pasadas. La denuncia de
filtración anticipada, hecha con oportunidad y formalidad, debe ser
bienvenida, y debe informarse sobre el seguimiento a las actas
levantadas, lo mismo ante irregularidades en la aplicación. Del año
pasado, más de 780 mil pruebas no son confiables por el factor copia;
alrededor del 5% del universo de los evaluados. Vender o copiar son
también síntomas: lo que está detrás es el temor de no lograr un
resultado aceptable. La evaluación de los maestros no puede hacerse sin
considerar el aprovechamiento objetivo en sus alumnos, y eso puede
llevar a los abusivos a trastocar los resultados, con cualquier prueba,
estandarizada o no, que se aplique.
Las críticas ideológicas son previsibles: ENLACE es
ilegítimo porque lo mandó la OCDE, la CIA y el Vaticano; al contestarlo,
todo niño se vuelve robot, no vuelve a pensar y se convierte ipso facto
en mano de obra barata; como es estandarizado (¿acaso los exámenes para
ingresar a la UNAM son entrevistas personalizadas con pedagogos?) por
definición atenta contra la diversidad cultural, la sabiduría de los
pueblos originarios y la irreductible diferencia entre nosotros y los
del municipio aledaño; como tiene alguna pregunta mal formulada o se
vendió o copió cierto número de exámenes, se deben descartar todos los
resultados históricos de 7 años y los otros 16 millones de pruebas. El
sabotaje a ENLACE en Oaxaca y Michoacán es una evaluación de la rectoría
del Estado en Educación: ahí sigue en "insuficiente".
Que ENLACE no permita evaluar todos los propósitos de
la educación no significa que sea inútil, inválida o errónea. Un
diagnóstico y su correspondiente tratamiento sin recolección de datos,
es magia y no medicina. Un niño desnutrido no se alimenta con sus
análisis de laboratorio, pero no contar con ellos es darle espacio a la
ocurrencia subjetiva, la fragmentación y el conformismo. Será muy
valioso tener del nuevo INEE lineamientos claros, contundentes, para la
evaluación de alumnos que cumplan con al menos los tres principios:
identificación de la trayectoria de aprendizaje, rendición de cuentas,
bases para el rediseño de política pública. Después de la lluvia sobre
ENLACE, lo que necesitamos es más transparencia, mejores instrumentos y
las acciones consecuentes, no la opacidad profunda.
El autor es director general de Mexicanos Primero, davidc@mexicanosprimero.org, @DavidResortera
-Fin del artículo-
No hay comentarios:
Publicar un comentario